Con tan sólo tres años de edad, Louis Braille se lesionó el ojo izquierdo, lo que le produjo una infección que se extendió hasta su ojo derecho, dejándole completamente ciego. Corría el año 1812. Siete años más tarde, los padres de Braille lo enviaron al Instituto Nacional para Ciegos en París. Allí, Louis aprendió a leer letras grandes y en relieve. Debido al tamaño excesivo de las letras grabadas en relieve, los libros para ciegos resultaban muy costosos. En ese mismo momento, el Capitán Charles Barbie acababa de implementar un código alfabético para las comunicaciones militares nocturnas, sistema que se caracterizaba por una serie de puntos en relieve.
A los 15 años de edad, Braille combinó elementos de ambos sistemas y creó su propio sistema de lectura con puntos en relieve. El braille comporta de 1 a 6 puntos en relieve, dispuestos formando un rectángulo de 2 puntos de ancho y 3 puntos de altura (de 2 a 2,3 mm entre los puntos). Se escribe con un material simple (tablilla y punzón o máquina) y se lee con mucha rapidez con la última falange de los dos índices. El volumen relativamente importante de libros en escritura braille ha suscitado la invención de procedimientos informáticos para la impresión de textos en braille, mediante un código matemático braille internacional.
El alfabeto braille también permite escribir y leer música. Los puntos se graban por la parte posterior del papel en sentido inverso, para ser leídos por la parte anterior del mismo en la dirección normal de lectura. Los invidentes pueden escribir Braille en una pizarra con un estilo o utilizando una máquina Perkins (similar a una máquina de escribir).
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